“No tengo el miedo de hablar claro y decir cosas que quiero hacer, o hacer las cosas que quiero hacer… Pienso que ser natural y genuino es triunfar.” – Freddie Mercury.

miércoles, 27 de febrero de 2013

Saviour.


Ella entra en la clase y se sienta al fondo, lejos de todo. Aunque las burlas, el desprecio, los insultos, no tardan en abrirse paso entre las mesas de los alumnos para llegar a su rostro, a sus oídos. Como una ráfaga de aire helador que le recuerda una y otra vez que nadie la quiere. Que es una extraña, que es diferente, que nadie dará nada por salvarla. Que está sola.

Sigue preguntándose por qué, por qué tanta crueldad. Por qué toda esa gente quiere ver cómo tropieza, cómo cae y no se levanta. Cómo acepta lo que ellos ya están intentando hacerle creer.

Que debe marcharse.

Desaparecer, junto a esa ropa extraña, esa música extraña, esos libros extraños. Ella misma en su totalidad es extraña.

Y en su interior llora. Llora por todas esas almas sin salvación. Por su identidad perdida. Por ese pobre corazón que todos poseen pero que son incapaces de usar debido a esa capa de escarcha odiosa que lo ha sepultado.

Y se ríe. Porque le dan tanta pena, son tan patéticos. Todos esos bocetos de personas, tan perfectos. Sin errores. No como ella, tan imperfecta, tan llena de faltas. De bellos y adorables defectos.

Porque es más fuerte. Mucho más. No tiene por qué demostrar que es mejor. No tiene esa necesidad. Y por eso los gana a todos. Que su vida es ruda, dura, pero eso la ha hecho más fuerte, una superviviente. Y no va a caer. Nunca.

1 comentario: